Usted no necesita convertirse en una persona diferente para ser exitoso. Solo es cuestión de identificar y gestionar algunos comportamientos que por la rutina diaria se han olvidado. Siga estos pasos y empiece su carrera hacia el éxito.
Encontrar la respuesta de por qué algunas personas tienen éxito o fracasan puede ser intuitiva. Algunos nacen con predisposición a ciertos talentos y carentes de los demás. La sicóloga y autora del libro “How we can reach our goals” (“Cómo alcanzar nuestras metas”), Heidi Grant Halvorson, precisa que el éxito de las personas no solo se deriva de quienes son, sino más por lo que hacen.
En sus estudios, Halvorson destaca nueve cosas que hacen de manera diferente las personas que logran alcanzar el éxito. Aquí un resumen de ellas:
1. Sea específico. Cuando uno se fija una meta, se da una idea clara de lo que significa el éxito. Por ejemplo, las mujeres antes que buscar perder peso, deben trazarse una meta concreta, “perder 5 kilos”. No perderá la motivación mientras tome las acciones concretas para alcanzar su meta.
2. Aproveche el momento para actuar en pro de sus metas. Con la rutina y las diferentes ocupaciones del día a día y sin darse cuenta, se puede perder la oportunidad de actuar por el objetivo que se ha trazado. Saque tiempo a diario para trabajar por eso que realmente quiere, por ejemplo llamar a ese contacto importante, buscar oportunidades y estudios en lo que se quiere especializar, entre otras. Muchos estudios han demostrado que la planificación le ayudará a detectar y aprovechar la oportunidad cuando surja y aumentar sus posibilidades de éxito en aproximadamente un 300%.
3. Saber exactamente en qué parte del proceso va y qué le falta para alcanzar el éxito. Para lograr cualquier meta, se requiere honestidad y control regular del progreso. Si no sabe si está haciendo bien las cosas, no podrá ajustar su comportamiento y estrategias. Una revisión semanal, incluso diaria de cómo va su vida, es importante para enfocar su camino.
4. Ser un optimista realista. Cuando se fija una meta, lo más normal es que los pensamientos y planes acerca de cómo llegar a ella, sean positivos. Esto es bueno, pues lo mantendrá motivado para alcanzarla. Sin embargo, no hay que subestimar lo difícil que será el camino. Tampoco hay que olvidad que todos los objetivos requieren tiempo, planificación, esfuerzo y persistencia. La sicóloga Halvorson asegura que los estudios demuestran que las cosas que vienen sin esfuerzo, aumentan considerablemente la probabilidad de fracaso.
5. Concentrarse en mejorar, en lugar de ser bueno. En general, las personas creen que la inteligencia, personalidad, bienestar físico y aptitudes son fijas. Como resultado de ello, todo termina en demostrarse a sí mismo de qué es capaz de hacer en cada momento, en lugar de adquirir y desarrollar nuevas habilidades.
Aceptar que no todo es estático y que puede cambiar le permitirá tomar mejores decisiones y alcanzar su máximo potencial. Las personas que eligen ser mejores, en vez de ser buenos, toman con calma las diferentes situaciones y adversidades que se van presentando en la vida.
6. Perseverancia. Este punto se refiere a la capacidad de comprometerse con metas de largo plazo y persistir antes las dificultades. Los estudios demuestran que más la gente valiente y perseverante logra los mayores promedios de la universidad. Pero la buena noticia para las personas que carecen de esta cualidad, es que no en innata. El esfuerzo, la planificación, persistencia y las buenas estrategias son lo necesario para alcanzar el éxito.
7. Fuerza de voluntad. El músculo del autocontrol, como lo llama la sicóloga, es igual que otro músculos del cuerpo y por lo mismo hay que ejercitarlo pues se debilita con el tiempo.
Para construir fuerza de voluntad, hay que asumir retos sobre cosas que honestamente preferiría no hacer. Por ejemplo, madrugar a hacer ejercicio, para ir a la universidad y después al trabajo o dejar de comer una harina en el almuerzo.
8. No tentar a la suerte. No haga que llegar a la meta sea un martirio. La fuerza de voluntad también es limitada y también hay que disfrutar la vida, pues no hacerlo puede ser una fuente de frustración. Es importante tener un plan para alcanzar los objetivos, pero siempre respetando las prioridades y su capacidad para resistir la tentación.
9. Concéntrese en lo que quiere hacer, no en lo que va a dejar de hacer. Planifique cómo va a reemplazar los malos hábitos por unos buenos. Si solo se concentra en acabar los malos, lo más probable es que estos se fortalezcan, en lugar de romperse.
En sus estudios, Halvorson destaca nueve cosas que hacen de manera diferente las personas que logran alcanzar el éxito. Aquí un resumen de ellas:
1. Sea específico. Cuando uno se fija una meta, se da una idea clara de lo que significa el éxito. Por ejemplo, las mujeres antes que buscar perder peso, deben trazarse una meta concreta, “perder 5 kilos”. No perderá la motivación mientras tome las acciones concretas para alcanzar su meta.
2. Aproveche el momento para actuar en pro de sus metas. Con la rutina y las diferentes ocupaciones del día a día y sin darse cuenta, se puede perder la oportunidad de actuar por el objetivo que se ha trazado. Saque tiempo a diario para trabajar por eso que realmente quiere, por ejemplo llamar a ese contacto importante, buscar oportunidades y estudios en lo que se quiere especializar, entre otras. Muchos estudios han demostrado que la planificación le ayudará a detectar y aprovechar la oportunidad cuando surja y aumentar sus posibilidades de éxito en aproximadamente un 300%.
3. Saber exactamente en qué parte del proceso va y qué le falta para alcanzar el éxito. Para lograr cualquier meta, se requiere honestidad y control regular del progreso. Si no sabe si está haciendo bien las cosas, no podrá ajustar su comportamiento y estrategias. Una revisión semanal, incluso diaria de cómo va su vida, es importante para enfocar su camino.
4. Ser un optimista realista. Cuando se fija una meta, lo más normal es que los pensamientos y planes acerca de cómo llegar a ella, sean positivos. Esto es bueno, pues lo mantendrá motivado para alcanzarla. Sin embargo, no hay que subestimar lo difícil que será el camino. Tampoco hay que olvidad que todos los objetivos requieren tiempo, planificación, esfuerzo y persistencia. La sicóloga Halvorson asegura que los estudios demuestran que las cosas que vienen sin esfuerzo, aumentan considerablemente la probabilidad de fracaso.
5. Concentrarse en mejorar, en lugar de ser bueno. En general, las personas creen que la inteligencia, personalidad, bienestar físico y aptitudes son fijas. Como resultado de ello, todo termina en demostrarse a sí mismo de qué es capaz de hacer en cada momento, en lugar de adquirir y desarrollar nuevas habilidades.
Aceptar que no todo es estático y que puede cambiar le permitirá tomar mejores decisiones y alcanzar su máximo potencial. Las personas que eligen ser mejores, en vez de ser buenos, toman con calma las diferentes situaciones y adversidades que se van presentando en la vida.
6. Perseverancia. Este punto se refiere a la capacidad de comprometerse con metas de largo plazo y persistir antes las dificultades. Los estudios demuestran que más la gente valiente y perseverante logra los mayores promedios de la universidad. Pero la buena noticia para las personas que carecen de esta cualidad, es que no en innata. El esfuerzo, la planificación, persistencia y las buenas estrategias son lo necesario para alcanzar el éxito.
7. Fuerza de voluntad. El músculo del autocontrol, como lo llama la sicóloga, es igual que otro músculos del cuerpo y por lo mismo hay que ejercitarlo pues se debilita con el tiempo.
Para construir fuerza de voluntad, hay que asumir retos sobre cosas que honestamente preferiría no hacer. Por ejemplo, madrugar a hacer ejercicio, para ir a la universidad y después al trabajo o dejar de comer una harina en el almuerzo.
8. No tentar a la suerte. No haga que llegar a la meta sea un martirio. La fuerza de voluntad también es limitada y también hay que disfrutar la vida, pues no hacerlo puede ser una fuente de frustración. Es importante tener un plan para alcanzar los objetivos, pero siempre respetando las prioridades y su capacidad para resistir la tentación.
9. Concéntrese en lo que quiere hacer, no en lo que va a dejar de hacer. Planifique cómo va a reemplazar los malos hábitos por unos buenos. Si solo se concentra en acabar los malos, lo más probable es que estos se fortalezcan, en lugar de romperse.